METABOLISMO

 

Era un lunes de diciembre. Justo esa semana terminaron las clases virtuales y el profesor leía un libro de metabolismo para reducir los kilogramos de más que le dejó la pandemia.  Le faltaba poco para terminarlo cuando le llegó un mensaje virtual de Lucho, su compañero de colegio. Dame tu dirección que te voy a mandar un libro. Si  en caso lo tienes en formato virtual, mándalo mejor a mi correo electrónico —dijo el profesor. Igual mándame tu dirección en Lima…

Era poco el tiempo que se veían, pero conversaban a distancia. Ambos fueron viajeros en similares geografías aunque en tiempos divergentes. Se hicieron realmente amigos muchos años después, tal vez porque gustaban de leer ficción y ambos se recomendaban libros, o tal vez porque habían compartido la nostalgia de dejar el Perú en algún momento de sus vidas…

Era ya un día después por la tarde. El profesor terminó de leer su libro. Inspirado, salió a correr, a caminar, a descansar agotado. Un mensaje nuevo de un número fuera de contacto le indicaba que le llevarían su encargo en un lapso no mayor de dos horas. Lo primero que pensó es que se trataba de una estafa más. Sin embargo; recordó de inmediato el intercambio de mensajes del día anterior con Lucho.  Se aseguró que se trataba de un libro, y regresó a su departamento.  Exhausto tomó una ducha y se quedó dormido.  El sonido de su celular lo despertó, y bajó las escaleras con las piernas aún adoloridas. Atendió con modorra al motociclista que le trajo un paquete, pero subió ligero las escaleras hacia su departamento.

Era un libro de cuentos de Daniel Alarcón: El Rey siempre está por encima del pueblo. No hacía mucho que ambos amigos compartieron la alegría cuando se enteraron que Alarcón ganó el McArthur Genius Award 2021.  Era su compatriota, tan peruano como ellos.

Gracias Luchito por el libro. Hoy me disponía a dormir temprano. Está buena la lectura.  Alarcón es mucho más peruano que gringo. Todavía me sorprenden sus historias tan detalladas sobre Lima marginal.  Hasta conozco gente que ha vivido por siempre en la capital y nunca ha caminado por Comas o Villa en Salvador.  Feliz Navidad —respondió Lucho desde Connecticut—. Sabes, creo que Alarcón estudió como tú en el Mid West de gringolandia. No lo sabía.  Aquí te mando un enlace para una de sus entrevistas. Ok. Lo reviso y luego hablamos…