CONVERSIÓN
Claudia no hablaba con su gemela por más de 2 años. Ella seguía en Perú; mientras que Fernanda, ni bien se le presentó una oportunidad, se fue a trabajar a España. Por más que era psicóloga nunca perdonó la traición de su hermana. Ni siquiera la pandemia las pudo unir.
Fernanda no pudo hablar por teléfono con su papá y de
inmediato se preocupó. Pensó en el virus
letal, aunque también era probable que la batería del celular estuviese
descargada. No obstante, insistió al día siguiente; pero nada, y nada tampoco de
contactar a Claudia. Así que llamó a Louis, su mejor amigo durante la universidad.
Mira, no consigo hablar con mi papá y no tengo el número de celular de Claudia.
Te lo paso entonces. No, por favor, más bien llámala tú. Hay amiga, voy a tener
que hacerte una terapia, le dijo su colega en son de broma. Siguieron
conversando un rato más. Al cortar, de inmediato Louis se enteró que el papá de
su amiga efectivamente tenía COVID-19 y estaba muy grave en el hospital. Así
que le mandó a Fernanda un mensaje por Whatsapp con el número de Claudia.
La comunicación
entre ambas se produjo demasiado tarde. La distancia entre las gemelas se
agrandó. Un mes después Louis volvió a hablar con Fernanda. Le dijo que su
gemela de pronto estaba ciega. Podría ser un trastorno de conversión, dijo de
inmediato Fernanda. Lo mismo pensé yo, dijo Louis. Tendré que ir a Lima. Buena
decisión amiga, y no te preocupes que yo estaré al pendiente.
Fernanda salió
del aeropuerto Jorge Chávez cerca de la medianoche. En medio de la oscuridad
las dos gemelas acortaron la distancia social. El abrazo deseado, el llanto
iluminado, el tan ansiado perdón.
Estos tiempos muestran q el hoy es importante y no sabemos si hay un manana, q nuestros corazones palpiten amor.
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