MAULLIDOS
Miau decía en el asunto el correo electrónico que recibió Carmen, media hora después que terminó su entrevista de trabajo. Laura fue su profesora de bioquímica el semestre anterior, y buscaba una asistente para un proyecto que tenía la universidad con un laboratorio privado.
El día de la entrevista coincidió con el inicio de la
cuarentena. Carmen estaba nerviosa a pesar que sacó la mejor calificación en la
clase de Laura. Su madre le preparó una manzanilla. Mamá por favor, no te vayas
a cruzar por nada frente a la cámara. Su nerviosismo se acentuó cuando Laura solicitó
aplazar la entrevista por una hora. Una reunión de urgencia se llevó a cabo
porque el proyecto debía de empezar antes de lo previsto.
Así que la madre de Carmen aprovechó para cocinar de una
buena vez. Mamá por favor, tengo que
volverme a conectar. No te preocupes hija. Dejo el fuego bajito. Así tienes
tiempo de sobra.
La entrevista se prolongó más de lo debido. Carmen iba
bien. Estaba vestida con elegancia y respondía con claridad. Pero su madre
estaba ansiosa por la comida. Le hizo unos gestos con la mano a su hija para
decirle que siga, y ella se puso a gatear para cruzar a hurtadillas desde la sala hacia la cocina.
Llegó a tiempo porque el almuerzo estaba listo. Así que apagó las hornillas y
regresó por el mismo camino. Carmen había girado un poco su laptop para cubrir
a su madre. No se dio cuenta que su cámara apuntaba a un espejo de la pared que
reflejó la imagen de su madre mientras gateaba de vuelta. De eso se percató
Laura. Eres igualita a tu madre. No hay problema si ella se cruza. Es
comprensible que con la pandemia la actividad cotidiana tenga que ajustarse.
La mamá de Carmen, avergonzada al ser descubierta, empezó
a maullar. Disimulaba que buscaba al gato. Carmen, algo ruborizada, solo atinó a
encoger el cuello y levantar los hombros. Y dijo Miau en apoyo a su madre.
La entrevista terminó a los pocos minutos. Laura le dijo
a Carmen que en media hora a lo mucho tomaba una decisión. La muchacha estaba preocupada
porque el incidente no le pareció nada profesional. Ya vas a ver que eso es lo
de menos hija. Te aseguro que hasta tu futura jefa se divirtió. De todas formas, se persignaron las dos.
Media hora después llegó un correo de parte de Laura. En
el asunto decía Miau.
Me divertio el ingenio de la hija y la travesura de la madre.
ResponderBorrarQue divertida la historia. Suele pasar en esta época de pandemia.
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