DECODIFICANDO

 

Casi treinta años después les llegó un mensaje de navidad. Fueron compañeros de trabajo y terminaron siendo amigos por tantos años. Recordaron la cantidad de restaurantes que recorrieron los jueves, cuando a inicios del proyecto les daban dos horas para almorzar. Recordaron también las noches de Lady´s Nigth.

Eran ingenieros de distintas especialidades, pero se unieron en un complejo proyecto de tecnología. Fueron creadores de software. Muchos permanecieron en ello, bajo la misma codificación. Otros se aburrieron de programar. Una que otra vez alcanzaron buen número en un reencuentro de amigos. Pero en el 2020, aún sin un claro final de la COVID19, un saludo virtual sobrevivió.

Quizá el 2020 fue como ese mundo virtual de Matrix. Quizá era el momento de despertar como Thomas Anderson, Neo, cuando le llegó un mensaje a través de la pantalla de su monitor: “Sigue al conejo blanco”. Quizá la pandemia era una oscura ficción, un mundo binario de interminables combinaciones de ceros y unos, en la que aún en contacto, con un mismo objetivo común, podían decodificar.