PROVINCIA ULTRAJADA

 

                Tiritan sus dientes en sus tierras altiplánicas
sus pies desnudos se ausentan en pasos sin caminos
sus ojos desiertos carecen de esperanza
su sangre, por generaciones apelmazada, se cuaja,
mientras su futuro se parte, se resquebraja…
!ha muerto!
                El padre de la muchacha tiene un amigo en el Congreso
ella resucita ante sus alentadoras palabras
vuelven sus ojos sin vida a la vida
vuelve con ella su inocencia perdida en sufrimiento
vuelve su esperanza a recobrar vigencia…
¡ha vuelto!
                Palpa el cemento la provincia en la Capital ansiada
titilan sus ojos entre tantos sueños de grandeza
sus quimeras se elevan enredadas en luces de neón
y no tendrá pereza, trabajará con tesón, con devoción,
tendrá la bendición de su jefe en el Congreso.
                Y al padre de la Patria no le importaron sus sueños
no le importaba ella, no le importaba nada.
Su investidura omnipotente más allá de las leyes
en desalmada impunidad a la provincia ultrajaba,
y con promesas de empleo a su padre calmaba.
                ¿Quién podrá remendar sus sueños rotos?... ¡¿Quién?!...
¡provincia ultrajada!… ¡la justicia voltea el rostro!…
justicia de cemento fresco carcome su fresca carne
pobreza extrema expulsada a sus polvorientos rincones
mientras colmillos lujuriosos sonríen llenos de poder.
                Vejada, sin más sueños, cansada de esperar justicia
la pobre muchacha regresa al pueblo…
!ha vuelto!
                Sus pies desnudos se ausentan en pasos sin caminos…
se pierde su alma en el olvido… emanan ríos rojos…
en charcos coagulados se empoza su destino…
!ha muerto!