REPETICIÓN

Los niños del primer grado B de primaria aprendían a escribir. Su maestra con paciencia les enseñaba las letras corridas. Las madres ayudaban a sus pequeños a construir palabras con letras móviles que previamente confeccionaron en cuadrados de papel. Luego, esas palabras se llevaban por escrito al cuaderno azul de escritura y dictado. El cuaderno rojo era para matemáticas. El amarillo para inglés, y así.

Para hacer más lúdico el aprendizaje los niños también escribían sobre una bandeja con harina. Lo hacían con los dedos. Algunas letras corridas terminaban volando. La harina por todos lados era motivo de risas de madres y críos, y bien valía el desorden. Después de eso otra vez a usar el lápiz en el cuaderno de escritura y dictado. ¿En qué cuaderno Miss? En el mismo de todos los días linda. En el cuaderno azul. Luego la profesora volvía a repetir la misma palabra para que la terminen de escribir. ¿En qué cuaderno Miss?, preguntaba un niño. Lo acabo de decir, en el cuaderno azul. ¿Miss, puede repetir la palabra? La Miss la repetía por enésima vez. Las mamás ayudaban a sus hijos. Los papás no querían saber más del asunto.

Pasaban las semanas. En cada nuevo día algunos alumnos entraban minutos previos al inicio de las clases virtuales. Ayer vi un gato que corría frente a mi casa, dijo una alumna. Mi papá me compró plastilinas, dijo un niño. Mi mamá ya no me deja usar mi tablet, dijo otra niña. Buenos días niños. Buenos días Miss. Miss, Miss, mi mamá sigue durmiendo. Miss, hoy me levanté temprano. Qué bueno corazón. Por favor, atentos niños que vamos a empezar con la escritura.

Ese día les tocaba palabras que empiezan con la letra b. Otra vez las letras móviles se usaban para ir formando las palabras. Otra vez a escribir con los dedos en la bandeja con harina. Otra vez a usar el lápiz en el cuaderno. ¿En qué cuaderno Miss? En el cuaderno azul corazón. ¿Miss, qué palabra dijo?